Libros
Mucho se ha escrito sobre el tema que aborda este libro; no obstante, no ha sido lo suficiente como para que se superen ciertos enconos, se dejen de lado inconducentes banalizaciones, falsas conjeturas, ideas y analogías que dan sustento a posicionamientos erróneos que dañan y vulneran un reconocimiento de la igual dignidad de las personas para decidir libre y soberanamente sobre sí mismas.

Para poner de manifiesto esto, este libro avanza críticamente en relación con los planteos tradicionales descubriendo ideas y voces que no solo nos permiten hacer un análisis crítico de la historia del aborto en general y de algunas microhistorias sino que también resultan útiles para revisar el estudio de normativas y justificaciones estatales contrarias a esa práctica. Las sociedades democráticas y pluralistas solo pueden avanzar más allá de las diferencias profundas que las comprenden a través de un diálogo serio y constructivo entre quienes piensan distinto. Para que las distancias existentes entre concepciones opuestas no introduzcan una grieta en la estabilidad política, es preciso que la discusión pública sobre el aborto no esté reducida a eslóganes ni a peligrosas simplificaciones.

La reunión de estos trabajos ha sido emprendida bajo la convicción de que la forma en la que una sociedad se enfrenta con sus discrepancias más hondas determina la fuerza o la debilidad que tiene para comprender y valorar cuáles son las condiciones políticas en las que subsiste su pluralidad. Las nuevas miradas y perspectivas que se presentan en este libro están dadas en ese sentido.
371 páginas impresas
Propietario de los derechos de autor
Bookwire
Publicación original
2018
Año de publicación
2018
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Citas

  • abby montelongocompartió una citahace 3 años
    Desde nuestro punto de vista, esto muestra que lo que importa verdaderamente, el nudo de la cuestión, no está en que haya embriones de hecho formados –vida individual en potencia– sino que la clave del tema del aborto está en que una mujer pueda tomar una decisión respecto de un embrión que lleva dentro y que se ha formado porque un hombre ha tenido relaciones sexuales con ella. Aquí parece residir el quid del asunto. El engendrador ha dejado dentro un gameto, que es la vasija para tomar decisiones. También puede resonar el tema de “no haberlo hecho”, el del control de la sexualidad, pero creo que es mucho más profundo el tema de no tolerar que el hombre sea desposeído del poder del padre. Que no quiera ni conocer
  • abby montelongocompartió una citahace 3 años
    contenedor?, ¿se van a producir diez mil abortos de golpe? Y, si así fuera, ¿de quién es la responsabilidad moral?, ¿a quién vamos a meter en la cárcel? ¿A la especialista? ¿A quienes dejaron la carga genética? ¿A quien puso el ovario o el espermatozoide? ¿Y si eran donantes anónimos? ¿Van a la cárcel los varones corresponsables de los embarazos voluntariamente interrumpidos por mujeres en países en que está prohibido el aborto
  • abby montelongocompartió una citahace 3 años
    La marca simbólica, el apellido del padre
    La prioridad biológica/ontológica/simbólica/legal de la paternidad sobre la maternidad no es un tema del pasado. Es interesante afrontar el tema del orden de los apellidos que reciben los bebés. Las mujeres españolas, frente a las de países como los anglosajones y nórdicos, no pierden sus apellidos al contraer matrimonio. Los hijos llevan dos apellidos, el de la madre y el del padre. Desde 1999, si hay acuerdo entre las partes, los hijos ya pueden llevar en primer lugar el apellido de su madre. Sin embargo, casi ninguna mujer toma la decisión de hacerlo. Merece la pena detenerse a reflexionar por qué.

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