Cómo fueron mis células ahondándose para ceder un sitio decoroso a la angustia
Pimentel A.compartió una citahace 4 meses
Nunca salgo de mí. Soy el esclavo irredimible de mi propia fuerza
Pimentel A.compartió una citahace 4 meses
Nací en la hora misma en que nació el pecado y, como él, fui llamada soledad
Miguel Alejandro Leóncompartió una citael año pasado
Padecemos alergia por las rosas, por los claros de luna, por los valses y las declaraciones amorosas por carta.
Miguel Alejandro Leóncompartió una citael año pasado
La serpiente debía tener manos para frotarlas, una contra otra, como un burgués rechoncho y satisfecho. Tal vez para lavárselas lo mismo que Pilatos o bien para aplaudir o simplemente para tener bastón y puro y sombrero de paja como un dandy. La serpiente debía tener manos para decirle: estamos en tus manos.
Miguel Alejandro Leóncompartió una citael año pasado
Abandonados siempre. ¿De qué? ¿De quién? ¿De dónde? No importa. Nada más abandonados. Cantamos porque sí, porque tenemos miedo, un miedo atroz, bestial, insobornable y nos emborrachamos de palabras
Miguel Alejandro Leóncompartió una citael año pasado
Queremos olvidar la leche que sorbimos en las ubres de Dios.
Miguel Alejandro Leóncompartió una citael año pasado
Nadie lo confesaba, pero todos estaban orgullosos de ser como juguetes en las manos de un niño.
Miguel Alejandro Leóncompartió una citael año pasado
Sabed que ambas —muerte y esperanza— crecen como el parásito alimentado en nuestro propio cuerpo.
Miguel Alejandro Leóncompartió una citael año pasado
“¡El amor es también polvo y ceniza!”
Miguel Alejandro Leóncompartió una citael año pasado
¿Cómo el recto camino fue curvándose hasta ser un dedálico recinto?
Miguel Alejandro Leóncompartió una citael año pasado
Allá, bajo los mirtos, ¿quién es el que reposa? Las vides se exprimieron en sus mejillas. De sus cabellos se desprende un hálito de flores maceradas y lámparas ardiendo. Tiene la piel jocunda de la manzana, la breve plenitud del mediodía y el zumbador encanto de la siesta.
Miguel Alejandro Leóncompartió una citael año pasado
¿Quién eres tú de rostro tremendo y enigmático? Paralizas los ojos de quienes te contemplan de estupor y de miedo. ¿Escondes el misterio de un Dios o eres su cólera que se desencadena al infinito? —Mi nombre es Mar, mi movimiento es ola que recomienza siempre. Nunca salgo de mí. Soy el esclavo irredimible de mi propia fuerza
Miguel Alejandro Leóncompartió una citael año pasado
Te amo hasta los límites extremos: la yema palpitante de los dedos, la punta vibratoria del cabello.
Creo en Ti con los párpados cerrados. Creo en Tu fuego siempre renovado.
Mi corazón se ensancha por contener Tus ámbitos.
Miguel Alejandro Leóncompartió una citael año pasado
Esperanza, ¿eres sólo una lápida?
Miguel Alejandro Leóncompartió una citael año pasado
Arrullemos con canciones de cuna a la memoria y amemos esta zona devastada.
Miguel Alejandro Leóncompartió una citael año pasado
No pido más que un limbo de soledad y hastío que albergue mi ternura derrotada.
Miguel Alejandro Leóncompartió una citael año pasado
(La inteligencia es una prostituta que se vende por un poco de brillo y que no sabe ya ruborizarse.)
Sandra Pérez Castrejóncompartió una citael año pasado
Feliz de ser quien soy, sólo una gran mirada: ojos de par en par y manos despojadas
Sandra Pérez Castrejóncompartió una citael año pasado
y rompimos la alianza que juntaba al amigo con la amiga. Y alzamos la distancia entre las amistades divididas