Paul Madriani, un brillante abogado defensor, fue una vez uno de los más prometedores socios, junto con Potter y Skarpellos, de un prestigioso bufete especializado en la defensa de ejecutivos vinculados a la política. Al finalizar una turbulenta relación amorosa con la esposa de Potter, Paul abandona el bufete y se obliga a sí mismo a ejercer la profesión de forma mucho más modesta y solitaria. Desgarrado entre los fantasma de su reciente relación y la firme voluntad de rehacer su matrimonio, el joven abogado debe luchar denodadamente para conseguir trabajo. La víspera de nombramiento para la Corte Suprema de EEUU, Ben Potter (su antiguo jefe) aparece muerto con una pistola junto a su cuerpo: aparentemente un suicidio. Las investigaciones policiales, sin embargo, demuestran que se trata de un asesinato y las pruebas apuntan con toda claridad hacia la esposa de la víctima: Talia, con la cual Paul estuvo liado. Acusada de asesinato y arrestada, ultrajada por los socios de su marido ansiosos por controlar el gabinete, Talia recurre a Paul, su ex amante para que la defienda ante el fiscal, cuyas ambiciones políticas lo impulsan a conducir a Talia a la cámara de gas.
