Aunque inspirado en la belleza de la poesía repentizada o trovo, el autor no pretende acercarse a la calidad de este particular género poético, pero sí que ha bebido siempre de su fecunda fuente.
Hasta hace poco tiempo, nunca había dejado constancia escrita de sus composiciones; sin embargo, un día, animado por una amiga y compañera de estudios, se decidió a hacerlo, logrando elaborar esta colección de poemas.
Según el propio autor, «con que uno solo de los versos contenidos en este libro contribuya a iluminar la existencia de un único lector me daré por satisfecho», lo que le animará a seguir perseverando en la constante mejora de la poesía que con tanto cariño ahora plasma en el agradecido papel.