El oro y el altar

En contrapartida, los verdaderos siervos del Señor Jesús están donde Él está: entre los afligidos, desesperados, rechazados, adictos, enfermos, deprimidos, víctimas de injusticia y humillados.

contrapartida, los verdaderos siervos del Señor Jesús están donde Él está: entre los afligidos, desesperados, rechazados, adictos, enfermos, deprimidos, víctimas de injusticia y humillados.

De ese modo, satanás ha usado los “tronos religiosos”, que son posiciones de honra dentro de las iglesias, para inflar egos y promover una apariencia de santidad entre el pueblo. Así, muchos son engañados por el diablo.

Cuando estos siervos mantienen su vida en el Altar del Señor, imbuidos del deseo de llevar con fidelidad Su Palabra, logran inflamar la fe en las personas que están bajo sus cuidados.