Lo que es fundamental entender sobre la atención sanitaria moderna es que tiene que sufragarla principalmente algún tipo de seguro médico. ¿Por qué? Porque los gastos sanitarios afectan de manera desigual, pero son enormes cuando los hay. Las consultas médicas rutinarias y los medicamentos de venta libre no cuestan mucho; lo que cuesta un dineral es la diálisis, la cirugía a corazón abierto, etc. En un año cualquiera, la mayoría de las personas no tiene que afrontar estos grandes gastos; como consecuencia, la mayor parte de los gastos sanitarios corresponden, en un momento dado, a una pequeña proporción de la población. Pero uno no sabe si será uno de esos desafortunados y, si lo es, no podrá permitirse el tratamiento a menos que sea inmensamente rico o disponga de un buen seguro.