Desde que tengo uso de razón he oído a mujeres de mi entorno decir con cierta indignación: la primera escoba, la segunda señora.Y tú, ¿has escuchado alguna vez este refrán? No sé por qué de buenas a primera me viene a la mente un estereotipo de mujer que ha dedicado gran parte de su vida a construir una familia y un hogar, y cuando cree que es hora de disfrutar del esfuerzo realizado, ve a su pareja pasear a la “otra” en el flamante coche recién comprado con los ahorros de la jubilación. ¿Tú imaginas la misma escena? ¡Vaya, faena! ¿verdad? Con los años he meditado y analizado bastante el significado de este refrán. Bien, pues he llegado a la conclusión de que…, te aburriría mis divagaciones. Aún hoy me pregunto dónde comenzó a divulgarse esa frase. ¿En las tertulias de Señoras despechadas con sus maridos o en reuniones de Escobas que sabían manipular a los hombres? Lo cierto es que me preguntaba si en la actualidad tiene sentido o no seguir usándolo, ya que la mayoría de las relaciones en pareja no son como antiguamente. O eso se supone. Por ese motivo escribí: «En esto del amor… ¿La primera escoba, la segunda señora?» A través de los ojos de una joven llena de ilusiones, muestro lo sencillo que es confundir los sentimientos cuando otra persona se propone conquistarnos. Donde salir de una relación tóxica parece impensable, pero no imposible. Y que, quizás, la persona que se complementa contigo y llena tu vida de amor, no esté tan lejos e inalcanzable como crees.
