Esta novela recrea la vida de Luis Cernuda a través del personaje por él mismo inventado en su libro Ocnos: Albanio. Reconstruye los lugares en que vivió. Narra su vida íntima, indaga en las razones de su creación poética. Dialoga con las personas que le fueron más afines. A través de sus cartas, de sus textos, de los testimonios recogidos allí donde Cernuda habitó, es al tiempo alegato contra el olvido, una peregrinación por las estaciones en que, su caminar hacia la eternidad, siempre entre la realidad y el deseo, transcurrió la existencia del extraordinario escritor sevillano. Y un acercamiento sobre todo al hombre, ese erizo irascible y tierno a la vez que fue el ser humano condenado por la crueldad de un tiempo de canallas, el instalado en España a partir de 1939. Este libro construye las que podrían haber sido las memorias del poeta Luis Cernuda. A punto de morir, nuestro Albanio acumula pasajes de una vida convertidos en novela y rememorados para la literatura. Estas memorias apócrifas del poeta sevillano nos muestran a un personaje digno de novela y perfectamente definido por las palabras de María Zambrano que le sirven de pórtico: «tú, Luis Cernuda, eres entero, indeleble, puro, un ser único, impar en este mundo… ¡Qué fuerza, que humildad, tú, el distante y el soberbio! Aceptaste vivir hasta el último momento, caerte envuelto en ti mismo. Ahora ya lo sabrás, si es que no lo supiste desde un principio, porque tú eres desde un principio y no tienes comienzo y como el hermoso adolescente entrevistas lágrimas 'por no ser más que un hombre'».