bookmate game
Ana Cristina Herreros

Cuentos populares de la Madre Muerte

Avisarme cuando se agregue el libro
Para leer este libro carga un archivo EPUB o FB2 en Bookmate. ¿Cómo puedo cargar un libro?
¿De dónde venimos? ¿Adónde vamos? Éstas son las grandes preguntas que nos hacemos, y quizá la respuesta es la misma: venimos y vamos a un lugar que desconocemos. ¿Quizá ese lugar es el mismo? Así lo creían el hombre y la mujer cuando aprendieron a cultivar la tierra. De la Madre Tierra nacía todo y a ella todo regresaba para volver a dar vida: esta antigua forma de entender la muerte permanece en los cuentos populares de todas las culturas. Con los 44 cuentos reunidos en este libro (tibetanos, españoles, cubanos, mexicanos, inuits, marroquíes, japoneses, árabes, chinos, bosquimanos, indios, etc.) se pretende devolver a la muerte su significado primero: una Muerte que, como nuestra madre, nos acompaña desde que nacemos, que trata a todos por igual y que nos permite descansar cuando el tiempo hace que la vida nos pese. Una Muerte que actúa con justicia, se enamora, es burlada, es amiga, y también una muerte de la que a veces se regresa… o que nunca llega.
Este libro no está disponible por el momento.
133 páginas impresas
Publicación original
2011
Año de publicación
2011
Editorial
Siruela
¿Ya lo leíste? ¿Qué te pareció?
👍👎

Opiniones

  • Pam Paganinicompartió su opiniónhace 4 años
    👍Me gustó
    🔮Profundo
    💡He aprendido mucho

Citas

  • Leslie Juicecompartió una citahace 4 años
    Esta muerte, vinculada a la tierra, a la siembra y a la cosecha no es un castigo por el pecado de la soberbia, sino algo tan necesario como la vida, porque sin muerte la vida no podría suceder. Vida y Muerte se alimentan la una a la otra en una rueda infinita, eterna.
  • Ale Chávezcompartió una citahace 3 años
    Cuando volvió en sí, recogió los huesos pero, como no sabía cuáles eran de hombre y cuáles de mujer, los juntó y se los llevó a la diosa Tamoanchán, y ésta se los dio a Quilaztli, que molió todos los huesos y los echó en una vasija preciosa. Sobre esta vasija Quetzalcóalt hizo sangrar su miembro y con esta masa de huesos de los muertos y de sangre de un dios se formaron hombres y mujeres.

    Y es por esto por lo que en cada uno de nosotros hay un poco de hombre y un poco de mujer, y un poco de muerte y un poco de vida.
  • Ale Chávezcompartió una citahace 3 años
    Para ver a la Muerte sólo hay que mirar detrás porque ahí, detrás de ti, está siempre desde que naces

En las estanterías

fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)