La doncella sin manos consiguió un accésit del Premio Adonáis 2015 «por su atrevimiento romántico y la sugerente narrativa de sus poemas», según comunicó el jurado. El título trae a la memoria un famoso cuento de los hermanos Grimm en que un padre se ve obligado a cortarle las manos a su hija, narración de la que este volumen es, en cierta medida, una reinterpretación sui géneris en el que la muchacha emprende un viaje cargado de vicisitudes, de encuentros y desencuentros, búsquedas que no culminan, hallazgos felices y enfrentamiento de verdades y emociones; paralelamente, el poemario plantea otro viaje interior en el que se cuestionan temores y certezas y en el que se intenta ahondar en los oscuros entresijos del ser humano, concibiéndose la idea de que no hay un destino definitivo sino, la insinuación de lo inconcluso, de lo que queda siempre latente.