Vandana Shiva apunta, además, que la sociedad industrial hace inviable las aportaciones de las mujeres y de las culturas de subsistencia a las que equipara al principio femenino, a la diversidad, a compartir, a reciclar, a renovar, a las necesidades locales, a la equidad y a la ecología, sosteniendo en contra de esto que la economía de mercado trata a la naturaleza como mercancía, llevando el planeta al endeudamiento y a la destrucción de la biosfera