Llegué a éste libro gracias a otras lecturas, tenía amplias expectativas, no me defraudó. Describe un suceso (real o no, personalmente no profeso ninguna religión) muy conocido pero desde el punto de vista de una madre y me parece valiente al mostrar una perspectiva diferente pero muy real del ser madre; esta frase lo resume "—Estuve allí. Huí antes del final, pero si queréis testigos, yo lo soy y os digo ahora, cuando afirmáis que redimió al mundo, que no valió la pena. No valió la pena." Las descripciones de "milagros" y la tortura física son escalofriantes por ser tan detalladas y realistas.