Diana Gabaldon

Forastera

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  • Silvii Sánchezcompartió una citahace 4 años
    Eres sangre de mi sangre y huesos de mis huesos.

    Te doy mi cuerpo para que los dos seamos uno.

    Te doy mi espíritu para que los dos seamos uno.
  • Gloria Estefany Topetecompartió una citahace 3 meses
    Estas preciosa a la luz de las velas, ¿sabes? Tus ojos son como el jerez en una copa de cristal y tu piel resplandece como el marfil.
  • Irlet K Vicenciocompartió una citahace 2 años
    era un lugar dado a las desapariciones, al menos a primera vista. El establecimiento de la señora Baird era igual a miles de pensiones en Escocia en 1945: limpio y tranquilo, con empapelado de flores desteñidas, suelos relucientes y un calentador de agua a monedas en el baño
  • Paola Perlacio Perlaciocompartió una citahace 2 años
    —También tengo un regalo para ti —murmuré a Jamie de pronto. Se volvió hacia mí y su mano grande y segura acarició mi vientre, aún plano.

    —¿De veras?

    Y el mundo estaba a nuestro alrededor, nuevo en sus infinitas posibilidades.
  • Paola Perlacio Perlaciocompartió una citahace 2 años
    Francia era el lugar más indicado, pues ambos hablábamos francés con fluidez. Si bien Jamie también dominaba el español, alemán e italiano, yo no contaba con semejante bendición lingüística.
  • Paola Perlacio Perlaciocompartió una citahace 2 años
    Ma chère, sirvo a un hombre que multiplicó los panes y los peces. —Sonrió hacia el pilón, donde los remolinos que causaban las carpas al buscar su alimento todavía eran visibles—. Que curó a los enfermos y resucitó a los muertos. ¿Acaso debe sorprenderme que el amo de la eternidad haya traído a una joven a través de las piedras de la tierra para cumplir Su voluntad?
  • Paola Perlacio Perlaciocompartió una citahace 2 años
    —No te pedí que lo hicieras. Te dije que me dejaras, ¿o no? Además, no entiendo para qué te has molestado en salvarme la vida. ¿Acaso lo has hecho para matarme de hambre después? ¡Tal vez te divierte hacerlo!

    Era demasiado.

    —¡Maldito ingrato!

    —¡Arpía!
  • Paola Perlacio Perlaciocompartió una citahace 2 años
    Puedo soportar mi propio dolor —añadió con voz suave—, pero no podría soportar el tuyo. No tengo fuerzas suficientes.
  • Paola Perlacio Perlaciocompartió una citahace 2 años
    dicho muchas veces, y el buen Dios lo sabe, que los niños están para ser castigados, de lo contrario, Él no los habría hecho tan malvados.
  • Paola Perlacio Perlaciocompartió una citahace 2 años
    Dije: «Señor, si alguna vez en mi vida he tenido valor, dámelo ahora. Permíteme ser lo bastante valiente para no caer de rodillas y rogarle que se quede».
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