Tahereh Mafi

BELIEVE ME

Avisarme cuando se agregue el libro
Para leer este libro carga un archivo EPUB o FB2 en Bookmate. ¿Cómo puedo cargar un libro?
  • odalysAle17compartió una citahace 8 meses
    Te dije que era un bonito vestido —susurra Kenji.

    —Kenji.

    —¿Sí?

    —Gracias —digo, todavía mirando a Ella—. Por todo.
  • odalysAle17compartió una citahace 8 meses
    Una chispa de luz separada del sol.
  • odalysAle17compartió una citahace 8 meses
    Kenji se pasará el resto de nuestras vidas atormentándome desde encima de ella.
  • odalysAle17compartió una citahace 8 meses
    Nunca podría haber anticipado que, de alguna manera, en algún lugar de este tumultuoso camino...

    Había hecho amigos.
  • odalysAle17compartió una citahace 8 meses
    Voy a casarme contigo hoy. Y luego voy a hacerte el amor hasta que no puedas recordar tu nombre.
  • odalysAle17compartió una citahace 8 meses
    Soy feliz, amor —digo en voz baja—. Tú me haces feliz.
  • odalysAle17compartió una citahace 8 meses
    Warner —dice en voz baja—. Fue idea de Juliette.
  • ∴∘ Ela ∘∴compartió una citael año pasado
    —Kenji.

    —¿Sí?

    —Gracias —digo, todavía mirando a Ella—. Por todo
  • ∴∘ Ela ∘∴compartió una citael año pasado
    .

    Cuanto más habla, llenando mi cabeza de tonterías fácilmente digeribles, siento que mi ritmo cardíaco empieza a disminuir, que el puño de hierro que rodea mis pulmones empieza, lentamente, a aflojarse.

    Me obligo a abrir los ojos y la escena se desenfoca brevemente, con el fuerte latido de mi corazón todavía en mi cabeza. Miro a Kenji, que tiene la mirada fija hacia delante, con el rostro tranquilo, como si no pasara nada. Esto me ayuda a tranquilizarme, de alguna manera, y consigo recomponerme lo suficiente como para mirar hacia el pasillo cubierto de pétalos
  • ∴∘ Ela ∘∴compartió una citael año pasado
    —De acuerdo, entonces —Kenji asiente hacia el arco de la boda—. Adelante y ponte en posición bajo esa cosa de flores. Castle te mostrará exactamente dónde pararte…

    Me giro bruscamente para mirarle.

    —¿No vas a venir conmigo?

    Kenji se queda quieto ante eso, con la boca ligeramente abierta. Me doy cuenta, demasiado tarde, de lo que acabo de sugerir, pero no me atrevo a retirar la pregunta y no puedo explicar por qué.

    En este momento, no parece importar.

    Ahora mismo, no puedo sentir mis piernas.

    Kenji, a su favor, no se ríe en mi cara. En su lugar, su expresión se relaja por micrómetros, sus ojos oscuros me evalúan de esa manera cuidadosa que detesto.

    —Sí —dice finalmente—. Por supuesto que voy contigo.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)