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Leonardo Teja

Esta noche, el Gran Terremoto

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  • GisEllacompartió una citahace 2 años
    noté que, dependiendo del ángulo, el rostro de elGran Terremoto se tornaba conocido de una u otra manera, aunque no se supiera exactamente de dónde. Como si te saliera al paso un espejo después de algún tiempo de no asomarte ni en un charco; o como si un buen amigo te dejara husmear en un álbum familiar anterior a su nacimiento, y entonces, sin que fuera necesario conocer a toda esa gente de las fotografías en persona, pudieras encontrar algo de tu amigo en las narices, o en las sonrisas, o en las pestañas, o en la manera de apagar velas del pastel, de despertar en el asiento trasero de un auto, de posar junto a monumentos, de enderezarse justo para ese instante, de asustarse frente a la jaula de los tigres, de lavar sus autos con manguera, de mudarse, o de recibir diplomas, almohadazos, rebanadas de sandías, un pase para gol, el asa de una canasta, las axilas de un gato, de un perro, de un bebé, de un pavo crudo, suéteres vacíos, cuellos de guitarra, orejas de tazas, lomos de almanaques, de novias, de su abuela y de su abuelo, de sus tías y su padre niño, su madre estudiante, novia, convaleciente de una cesárea, justo antes de que la enfermera le entregara a ese amigo tuyo, o de cualquiera, no importa, todo el mundo en el lado principal de un billete, según mi percepción de esa noche
  • GisEllacompartió una citahace 2 años
    al final la imaginaba por entero, viviendo en alguna parte de esta Ciudad, compartiendo drenaje con todos los habitantes, yo incluido, pero desde un punto indeterminado para mí
  • GisEllacompartió una citahace 2 años
    A los amantes nunca se les extraviaba la prisa de los ojos, se tropezaban con ella cuando se iban rumbo al estacionamiento, o al despedirse de lejos y en la vereda, antes de abordar taxis distintos. Jamás desaparecía de su mirada el recuerdo de haber querido instalarse en una habitación un par de horas, e irse sin que nadie les hiciera preguntas que no vinieran al caso.
  • GisEllacompartió una citahace 2 años
    Horizontal, doce letras: “Se dice del hilo dental para lactantes; de la seda en los guantes del verdugo; de los martillos de cristal; de los enemigos en un jurado…”
    Prescindible
  • GisEllacompartió una citahace 2 años
    tras estos diez largos, pero necesarios, años de espera, podemos concluir que, para la gran mayoría de los habitantes de esta urbe, la existencia es todo aquello que ocurre a la espera de elGran Terremoto
  • GisEllacompartió una citahace 2 años
    La encuestadora, que hasta ese momento se había portado accesible, se quedó inmóvil, mirándome como si le hubiera robado un beso durante la autopsia de su padre
  • GisEllacompartió una citahace 2 años
    En las primeras horas frente a la recepción, me di cuenta de que pocas cosas funcionaban tal y como el manual las describía: el timbre de la caja registradora, la fuerza de gravedad y la prisa en los ojos de los amantes, por ejemplo
  • GisEllacompartió una citahace 2 años
    Pensé en mi propio paraguas, que me estaría esperando junto a la ropa, colgado en el tubo del clóset, como un murciélago que toma la siesta
  • GisEllacompartió una citahace 2 años
    Si yo fuera él, evitaría el barullo en las calles y me concentraría en visitar a los insomnes, porque no conozco una espera más honesta que la que nos convierte en cíclopes tras las persianas
  • Dulce G.compartió una citahace 3 años
    La gente pierde cosas todo el tiempo y no se da cuenta hasta que la adrenalina baja.
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