La inteligencia es una de las más importantes dimensiones del psiquismo. Puede definirse como la propiedad psíquica de la persona, consistente en su capacidad de resolver problemas, de responder adecuada y eficientemente a las situaciones nuevas, a las cambiantes condiciones de un medio fluido y variable. Se define en este caso operacionalmente, es decir, sus parámetros son la actividad y conducta eficientes, y no alguna misteriosa facultad inscrita en algún espacio del espíritu.