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Libros
Alexandra Campos

Perro moscovita

  • Beth Luriiacompartió una citahace 4 meses
    Le pedí a Rostov que no la llevara a combate. A esas alturas, y en semejantes condiciones, el proyecto de los perros antiataque no marcaría ninguna diferencia. Le supliqué que la dejara como res-catista, pero él insistió: era su deber.
  • Beth Luriiacompartió una citahace 4 meses
    Yo miré a Rostov, quien, concediéndome algo de razón, salvó el resto de la tarde:

    —En ese infierno, los perros fueron un respiro.
  • Beth Luriiacompartió una citahace 4 meses
    En aquella época, ya fuera por sobriedad o pobreza, la única forma de tener algo era soñarlo... Si no podías soñar, debías imaginarlo. Tal vez así, de bote pronto, parezca poco. ¿Cómo explicar, cómo decir que, por precario que parezca, era una forma de sentirse rico?
  • Frida Arroyo Chiucompartió una citahace 10 meses
    —Es un gran paso —me felicitó—. Te deseo mucha suerte.
    —No mientas —bromeé—: te conozco y sé que desprecias todo lo relacionado con el programa.
    —No todo. Pero sí —confesó—: gran parte de él me parece tan cruel como soberbio.
    —Piensa en la ciencia, en el progreso.
    —¿Por qué debemos poner una bandera en el espacio? ¿Por qué apropiarse de la Luna en el nombre del progreso? —me preguntó, algo molesta—. No, Aleksis, tanto a los hombres como a las mujeres debería bastarnos con ver las estrellas y saber que son nuestras por el solo hecho de poder mirar
  • Frida Arroyo Chiucompartió una citael año pasado
    La gente no quería enfrentar una nueva guerra ni destinar más recursos para financiar una empresa que no dejaba comida sobre la mesa y que, cada vez con mayor frecuencia, incitaba a la confrontación, la tecnificación de la violencia y la experimentación con seres vivos.
  • Frida Arroyo Chiucompartió una citael año pasado
    La noticia despertó un pesimismo inusual entre los colaboradores del proyecto. Y no por el fracaso que esto significaba para el programa. No. En el Centro de Selección y Diagnóstico Canino, así como en la estación espacial soviética, el vínculo con los perros aeronautas era tan fuerte como con cualquier compañero de trabajo. Las historias de duelo que se vivían en el cosmódromo de Kapustin Yar eran muchas. Ya antes, el propio Aleksandr Seriapin había recuperado el cuerpo de un perro y, desobedeciendo las reglas que prohibían sepultar animales, lo enterró en la estepa que rodeaba las instalaciones
  • Vero Escobarcompartió una citahace 2 años
    A esto había que sumar la terrible soledad en que mucha gente se había visto obligada a vivir tras la guerra. Ella quería demostrar que los animales podían compensar la carencia afectiva y brindar el vínculo necesario para tratar problemas de ansiedad o depresión en pacientes diagnosticados. El tema estaba en pañales, aunque en algunos lugares de Europa ya se hablaba de terapia con caballos
  • Vero Escobarcompartió una citahace 2 años
    aquella época, ya fuera por sobriedad o pobreza, la única forma de tener algo era soñarlo... Si no podías soñar, debías imaginarlo
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