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Libros
Jeffrey Eugenides

Las vírgenes suicidas

  • Melanie Cerveracompartió una citahace 6 años
    – ¿Qué haces aquí, guapa? Si todavía no tienes edad para saber lo mala que es la vida…
  • Bakuwentcompartió una citahace 2 años
    ¿Es una cualidad la estupidez?, ¿es una maldición la inteligencia? Yo tengo cuarenta y siete años y vivo sola.
  • Tania Villanuevacompartió una citahace 4 meses
    La señora Beards envió una cita de Walt Whitman que después correría de boca en boca: «Todo sigue, todo huye, nada se hunde y morir es diferente de lo que todos suponen, y más feliz.»
  • Kiara Steffanycompartió una citahace 6 meses
    —Está muy claro, doctor, que usted nunca ha sido una niña de trece años
  • Irlanda Sánchez Juárezcompartió una citahace 2 años
    Tiempo después, antes de que arreciaran los primeros fríos aproximadamente, la gente empezó a ver a Lux copulando en el tejado con hombres y muchachos sin rostro.
  • Melanie Cerveracompartió una citahace 6 años
    Está muy claro, doctor, que usted nunca ha sido una niña de trece años -dijo.
  • Parásitoscompartió una citahace 9 días
    La señora Beards envió una cita de Walt Whitman que después correría de boca en boca: «Todo sigue, todo huye, nada se hunde y morir es diferente de lo que todos suponen, y más feliz.»
  • Tania Villanuevacompartió una citahace 4 meses
    Ni ellos ni nuestros padres dijeron nada, lo que hizo que nos diésemos cuenta de lo viejos que eran, de lo acostumbrados que estaban a los sufrimientos, a las depresiones, a las guerras. Comprendimos que la versión del mundo que nos daban no era en la que ellos creían, y que por mucho que refunfuñasen y se quejasen cuando les estropeaban las plantas, en realidad sus jardines les importaban un rábano.
  • Valeria Cristanchocompartió una citahace 7 meses
    Los días siguientes vimos a menudo a Cecilia. Se sentaba en los peldaños de entrada, cogía bayas rojas de los arbustos y se las comía o se ensuciaba con el jugo las palmas de las manos. Seguía vistiendo el traje de novia, iba descalza y llevaba sucios los pies. Por la tarde, cuando daba el sol en el jardincito del frente, observaba las hormigas apelotonándose en las grietas de la acera o se tumbaba boca arriba en la hierba abonada y contemplaba las nubes.
  • Valeria Cristanchocompartió una citahace 7 meses
    «Pese a la gravedad de las heridas», anotó el doctor Hornicker, «no creo que la paciente quisiera realmente quitarse la vida. El acto era una demanda de ayuda.»
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