«La ecuación es tan clara que no tienes que ser un profesor de matemáticas jubilado para comprenderla.
x = deseo de vivir
y = costo de vida
z = ingresos
Si «y > z» y «x ≠ 0», entonces tienes un problema que no puedes resolver matemáticamente. Si al menos x fuera igual a cero, Alan Genio metería la cabeza en el horno y dejaría que aquel apreciado recurso suministrado desde la lejana Rusia se esparciera por sus pulmones sin vuelta atrás".
Mezclando géneros y a través del humor negro, en sus cuentos Franjo Janeš hace una disección de la realidad social croata actual, ofreciendo su comentario crítico del momento alocado de un país atascado en el limbo de una transición eterna.
En un Estado en el que los pensionistas se ven obligados a recolectar botellas de plástico para sobrevivir («El genio de la botella»); la idea de una organización secreta analfabeta que mata a los miembros insanos de la sociedad («La guardia de la noche») ni siquiera suena tan absurda ni carente de razón, como tampoco el pensamiento de que todo este mundo un día podría literalmente derrumbarse («El mundo en ruinas»). Pero incluso en estas ruinas se atisban la esperanza y un grano de fe en la bondad de las personas. Uno de estos cuentos, el más imaginativo y fantástico («Hombre y bestia»), nos presenta un mundo alejado de nuestro momento actual, un mundo de evocaciones de tiempos y lugares lejanos, desnudado a su pura esencia, donde un hombre, a través de un sueño, se hace preguntas identitarias. De esta manera el lector se familiariza fielmente con la prosa de un escritor inquieto y en busca de modelos innovadores para transmitir una historia. Es un escritor que al mismo tiempo es intelectual, humorista, adicto a la acción e, incluso, un tanto romántico.
