¿Cuánto tiempo hacía que vivía preocupado por lo imprevisto? Quizá desde que salí de la casa, en busca del almacén; quizá desde mucho tiempo atrás, o desde siempre. Pero recién allí, y en ese momento, palpé clara, consciente, casi diría objetivamente, ese temor que habitaba en mí en forma subterránea.
Lo palpé como a un objeto grande que topara en la oscuridad de un cuarto cerrado; pero me resultaba un objeto familiar, como un ropero; en el momento no pensé tantas cosas y me limité a reconocerlo y sorprenderme.