La meditación requiere mantener la mente completamente en blanco, en un estado de conciencia, con libertad para aceptar cualquier sentimiento, idea, imagen o visión que la penetre y dejar que la asociación fluya hasta todos los aspectos del objeto o el pensamiento en cuestión, para comprender su forma, su color, su esencia. Es el arte de observar sin pensar, sin hacer comentarios mentales