Hay que estar muy atento a esta trampa, ya que de repente creen haber trascendido al ego y comienzan a hacer una serie de modificaciones en sus vidas, y no son otra cosa sino sustituir una creencia por otra y crean un ego súper espiritual. Creen que el mundo está mal y desean alejarse, lo más común es que ven a todos con ego y es fácil escucharlos decir: «¿Ya viste el ego de aquel tipo?» (jajaja, qué chistoso, perdón, es que así es el ego), todo lo convierten en bueno y malo. Lo material se convierte en un tema a juzgar, la sencillez crea un personaje arrogante, el alimento también se convierte en una herramienta para juzgar a los demás y la ropa es para ellos una señal de pureza. En fin, una trampa muy bien armada por el ego para sobrevivir el deseo de no vivir más desde él.