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Stefan Zweig

Tres maestros

  • Amelia Gonzálezcompartió una citahace 4 años
    Volcánico él mismo, volcánicos tenían que ser sus héroes, pues en último término cada hombre da testimonio sólo del dios que lo creó. No aceptan pacíficamente su lugar en nuestro mundo, por doquier descienden con su sensibilidad hasta los problemas prístinos
  • Amelia Gonzálezcompartió una citahace 4 años
    de los abismos más peligrosos de su naturaleza. Vista como una tragedia desde el punto de vista artístico, la vida de Dostoievski es moralmente una conquista sin igual, porque es el triunfo del hombre sobre su destino, una transmutación de la existencia exterior a través de la magia interior
  • Amelia Gonzálezcompartió una citahace 4 años
    como Beethoven, Dostoievski muere en medio del sagrado tumulto de los elementos, en medio de una tempestad
  • Amelia Gonzálezcompartió una citahace 4 años
    Pasa las noches trabajando y escribiendo, mientras su mujer gime de dolor a su lado con los dolores del parto, mientras la epilepsia extiende ya sus garras para estrujarle la vida de la garganta, mientras la casera amenaza con la policía para cobrar el alquiler y la comadrona refunfuña porque no recibe la paga: escribe Crimen y castigo, El idiota, Los demonios, El jugador, esas obras monumentales del siglo XIX, esas creaciones universales que han modelado todo nuestro mundo anímico.
  • Amelia Gonzálezcompartió una citahace 4 años
    Como un criminal, una noche huye de sus acreedores y se adentra en el ancho mundo
  • Amelia Gonzálezcompartió una citahace 5 años
    Dostoievski mismo nunca nos da la mano para ayudarnos a acercarnos a él.
  • Amelia Gonzálezcompartió una citahace 5 años
    Sólo el entusiasmo nos puede acercar a él, pero un entusiasmo que sólo es lo bastante humilde para avergonzarse de ser menor que el propio respeto amoroso por el misterio del hombre
  • Amelia Gonzálezcompartió una citahace 5 años
    cualquier superficie iluminada refleja inmensidad.
  • Amelia Gonzálezcompartió una citahace 5 años
    Su mundo se sitúa entre la muerte y la locura, entre el sueño y la claridad ardiente de la vida real.
  • Amelia Gonzálezcompartió una citahace 5 años
    Avergonzados, comprobamos que este paisaje de bronce es demasiado grande para la mirada de todos los días, demasiado sofocante este aire ora helado ora ardiente para nuestro tembloroso aliento
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