Me llamo Martina y tengo las mejores amigas, a pesar de que me parezcan unas locas de remate por haberse casado tan jóvenes, ambas con tipos guapos y ricos. ¡A quién se le ocurre! Yo, por mi parte, sigo con mi sistema de hombres para pasar el rato. A lo que sí me he adaptado es a las nuevas tecnologías, por eso, acabo de concertar un encuentro a través de una App de citas… esporádicas. Es mi primera vez y, a pesar de mi experiencia, no puedo evitar sentirme nerviosa. Y aquí estoy, en un lugar discreto, apoyada en mi coche, mientras veo salir del suyo al tipo con el que he quedado. De momento, compruebo que es muy alto y de movimientos elegantes. Entonces levanto la vista y… me quedo sin respiración.
