Las ficciones de terror analizadas en este libro han tenido tanta repercusión en el mercado editorial y cinematográfico, que Sabine Schlickers las concibe como parte de un nuevo fenómeno comparable al boom latinoamericano. Estas obras literarias y fílmicas presentan historias de abuso, violencia de género, incesto y racismo; los protagonistas son vecinos, parientes, personas comunes que, en cierto momento, revelan su lado oscuro.
En estas páginas la autora postula que, si bien la literatura siempre ha sabido tratar hechos terribles, la novedad de las ficciones de terror actuales es que, en su afán de aterrorizar al lector, se sirven de ciertas técnicas narrativas del terror sugestivo. Solo una dosificación sutil logra impactar y desestabilizar al lector para producir un pavor que se extiende más allá de la lectura.