Voces

El verdadero «está bien» me lo digo en el suelo, caído.

He podido no hacer ningún mal, pero no donde no me han hecho ningún mal.

Llevo mis manos vacías, por lo que hubo en mis manos.

No estoy de más en ninguna parte porque no me cuento en ninguna.

Mi dignidad le pide a quien no me hace daño que no me haga daño, y a quien me hace daño no le pide nada.

Algunas cosas, para mostrarme su inexistencia, se hicieron mías.

Estoy tan poco en mí, que lo que hacen de mí, casi no me interesa.

Algunas cosas me he resignado tanto a no tenerlas que ya no me resignaría a tenerlas.

¿Habría este buscar eterno si lo hallado existiese?

Quiero por lo que quise, y lo que quise, no volvería a quererlo.