Libros
Anónimo

Calila y Dimna

  • Luis Eduardocompartió una citahace 3 años
    Las tres truchas
  • Luis Eduardocompartió una citahace 3 años
    El pozo es este mundo, lleno de asechanzas y temores; las cuatro culebras, los cuatro humores que sostienen la vida humana y que, cuando predomina alguno de ellos, resulta un tóxico peligroso; y las dos ramas a las que se agarra son la propia vida, que el tiempo, a través de las noches y de los días –los ratones negro y blanco–siempre acaba consumiendo. Y esa miel es el dulzor que supone vivir, que penetra en nosotros a través del oído, el olfato, el gusto y los demás sentidos, con lo que se olvida esa muerte que siempre nos espera, el dragón al fondo del pozo.
  • Luis Eduardocompartió una citahace 3 años
    Alegoría de los peligros del mundo
  • Luis Eduardocompartió una citahace 4 años
    Claro que la persona con entendimiento solamente debe creer en lo que le ofrezca certeza: si duda de algo, por mucha que sea su fama, no debe aceptarlo hasta no estar seguro de su certidumbre, no le suceda como a quien ha perdido el rumbo y, cuanto más se esfuerza en andar, más se aleja del lugar a donde quería llegar. O como a quien le entra algo en el ojo y no deja de frotárselo hasta que lo daña. Pues el entendido ha de estar preparado para cualquier cosa que pueda sucederle y no desear a los demás lo que no quisiera para sí.
  • Luis Eduardocompartió una citahace 4 años
    Pues se dice que tres cosas debemos ganar y dar. La primera, sabiduría; la segunda, riqueza; la tercera, magnanimidad.
  • Luis Eduardocompartió una citahace 4 años
    Y es que dicen que el saber no está completo sin el obrar. El saber es el árbol y la obra es el fruto; y el verdadero sabio no busca la sabiduría sino para que le sea útil, porque no usar lo que se sabe no tiene provecho alguno. Si un caminante le indicase a otro una ruta supuestamente mejor, y este anduviese por ella aceptando tal mejoría sin que eso fuese cierto, lo tendríamos por tonto, como a quien, sabiendo distinguir la comida buena de la mala, prefiere la mala. Pues es culpable el que, teniendo conocimiento de lo que hace, no obra bien; como si dos hombres, uno de ellos ciego, anduviesen juntos y cayesen en un hoyo: sería responsable el que ve, no el ciego
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)