Libros
John Collier

Fantasías y buenas noches

  • Marcia Ramoscompartió una citahace 3 años
    Pero luego lo reencontraba, y cada vez era más claro e intenso. Empecé incluso a distinguir palabras. Escuché la palabra “amor”. Escuché la palabra “feliz”
  • Marcia Ramoscompartió una citahace 3 años
    Tengo los dedos llenos de ampollas horribles, causadas por los cigarrillos que se consumen entre ellos mientras camino en compañía de mujeres con cabeza de gato
  • Marcia Ramoscompartió una citahace 3 años
    antes de la tormenta; como el aleteo de un insecto; como palabras enturbiadas por el agua; como palabras que se lleva el viento; como palabras en una lengua extranjera. Sin embargo, se fue haciendo más distintivo, más cercano
  • Marcia Ramoscompartió una citahace 3 años
    En ninguna cueva submarina del mundo hay una marea que fluya con tanta furia como la entrada y salida de gente de las frías bocas de las oficinas o de las bocas ardientes de los restaurantes
  • Miguel Ángel Vidaurrecompartió una citahace 3 años
    Por miedo a que hubiera una investigación, parece que obligaron a los miembros de la colonia de Altman’s a mudarse a una de esas tiendas de todo por un dólar. Bueno, ahora debo arreglarme para asistir a la obra.
  • Miguel Ángel Vidaurrecompartió una citahace 3 años
    Otra colonia, de la tienda Wanamaker’s, vendrá en masa a presenciar la obra. Al parecer hay gente viviendo en todos los grandes almacenes. Esta visita se considera un gran
  • Miguel Ángel Vidaurrecompartió una citahace 3 años
    El vestíbulo central estaba medio iluminado; las galerías circundantes se amontonaban unas con otras, como un desplome de luces y sombras dignas de un grabado fileno de Piranesi.
  • Marcia Ramoscompartió una citahace 3 años
    Acaso estás enamorado de alguna de las empleadas, Charles? ¿O de las clientas? Porque eso está estrictamente prohibido.

    —No
  • Marcia Ramoscompartió una citahace 3 años
    Entonces, dámelo —exigió Frank.

    —Sólo tengo una condición —dijo el sirviente—: que cierre los ojos durante un minuto, y al abrirlos se encontrará rodeado de los objetos agradables que ha descrito
  • Miguel Ángel Vidaurrecompartió una citahace 3 años
    Una de las razones por las que me sumé a la mesa de escritores del programa de televisión Alfred Hitchcock presenta fue por su interés en John Collier. Aquella serie adaptó quince de sus relatos, entre los cuales “Sábado húmedo” ocupó un lugar central. Si Hitch es suficientemente bueno para Collier, es suficientemente bueno para mí, pensé.

    Años después, tras asistir a una cena de premiación con Rod Serling, el creador y anfitrión de La dimensión desconocida, me confesó que, aunque estaba por comenzar una serie nueva, no sabía mucho sobre fantasía y ciencia ficción. “Ven”, le dije, y lo llevé a mi sótano para enfundarlo con libros de Richard Matheson, Charles Beaumont, Roald Dahl y la cereza del pastel: John Collier. “Listo. Ahí tienes tu dimensión desconocida.” Rob se fue con los brazos llenos de tesoros.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)