Libros
Carmen Rodríguez Martínez

Género y cultura escolar

Hombres y mujeres han comenzado a concurrir en posiciones comunes en la sociedad gracias al apoyo y el empuje de quienes creemos en la igualdad, mientras que el viejo conservadurismo y la aparición de nuevos determinismos naturales y culturales se resisten a los progresos alcanzados en la vida de las mujeres en las últimas décadas condenándolas a la exclusión, en todo el mundo.
Es necesario desvelar las razones que siguen apartando a las mujeres del saber y del poder que aquel proporciona en la sociedad del conocimiento. Ellas están obteniendo mejores resultados educativos que sus compañeros, sin embargo parece que en la actualidad están estancándose en los ámbitos de la producción del conocimiento.
En esta obra, Carmen Rodríguez Martínez analiza con habilidad y claridad las teorías de la igualdad y la diferencia en el feminismo, con el objeto de proponer una educación universal atenta a la diversidad de perspectivas y de vidas de hombres y mujeres. Rechaza los emergentes modelos segregados entre los sexos en la escuela y nos advierte sobre la persistente influencia de los patrones de género en la cultura escolar, recordando cómo los códigos de género arraigados en la institución escolar seguirán marcando diferentes oportunidades laborales y sociales, si no los descubrimos y transformamos.
232 páginas impresas
Propietario de los derechos de autor
Bookwire
Publicación original
2013
Año de publicación
2013
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Citas

  • Cecilia Muñozcompartió una citahace 4 años
    Una vez que ingresan en la escuela, las niñas obtienen mejores resultados que sus compañeros y tienen menores probabilidades de repetir curso; sin embargo, los niños obtienen mayor progreso en oportunidades laborales y sociales. Este es un fenómeno que se da por igual en todos los países, y de manera especial en los países desarrollados donde las chicas llevan más tiempo escolarizadas.
  • Ela Acortcompartió una citahace 6 años
    Cuando el patriarcado de coherción deja de actuar a través de la legislación y de las prohibiciones expresas y discriminatorias para las mujeres, el patriarcado de consentimiento sigue instalado a través de los hábitos y las ideologías sexuales y forma parte de las creencias de hombres y mujeres y de la cultura de las instituciones que convierten en un determinismo natural lo que solo es consecuencia de una construcción social diferenciada.
  • Ela Acortcompartió una citahace 6 años
    tro, siempre y a todas horas, sin tregua ni descanso, en la mujer, que no hemos vacilado en declararlo, permítasenos la licencia, su segundo cerebro”.

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