Theodore Sturgeon representa la ciencia ficción más lírica y humanista de la época dorada del género. Dotado de una asombrosa agudeza psicológica, se sirve de lo fantástico para forjar un análisis agridulce de la vida y denunciar toda forma de represión, así como para celebrar el poder del amor y la belleza en una lúcida y amable exploración de la humanidad, cuya vertiente más luminosa, a menudo oculta entre los seres marginados o invisibles para la sociedad, acaba triunfando sobre la crueldad y el egoísmo. En este debut novelístico recoge la cautivadora historia de Horty, el huérfano que huye de sus padres adoptivos con lo único que tiene, su muñeco Junky, de misteriosos ojos de cristal, y a quien el destino une a un grupo de fenómenos de feria. Entre ellos conocerá por primera vez el amor y la comprensión, pero también deberá participar en la lucha contra el malvado Monetre. Éste sabe que Junky es más que un juguete, y Horty, más que un ser humano, y pretende explotar esa diferencia para someter el mundo a su voluntad. Con un estilo impecable y una trama impredecible, ésta es una obra rebosante de sentimiento y ternura, un auténtico lenitivo literario capaz de inundarnos de esperanza y reconciliarnos con el género humano.