Un testimonio sobre el alcoholismo como adicción y un ensayo sobre el mito literario que lo envuelve. Un libro valiente y deslumbrante.
Este es un libro sobre la adicción. Habla del alcoholismo y la lucha por salir de él; también aborda los mitos –literarios, artísticos— que lo envuelven, conectando genialidad con autodestrucción etílica.
La autora empezó a beber de adolescente, pero fue durante su etapa universitaria cuando se convirtió en alcohólica en un intento por vencer su inseguridad, timidez crónica y problemas de relación con los hombres. En estas páginas cuenta su caída en la adicción y la subsiguiente espiral autodestructiva (que la llevó a un aborto, a sufrir persistentes arritmias y a la desesperación). Y relata también las tentativas fallidas de recuperación y el lento camino hacia la sobriedad en Alcohólicos Anónimos, que le permitió redescubrirse y luchar por recuperar la felicidad.
Junto con este itinerario, el libro también explora la tradición romántica que vincula creatividad y ebriedad, a través de las cantantes Billie Holiday y Amy Winehouse y de escritores como Raymond Carver, Jean Rhys, Denis Johnson, David Foster Wallace, John Berryman, Elisabeth Bishop o Charles Jackson, el autor de la novela autobiográfica The Lost Weekend, que Billy Wilder llevó al cine en Días sin huella.