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Kyōka Izumi

El santo del monte Koya y otros relatos

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  • Verocompartió una citahace 2 años
    Había estado lloviendo la noche anterior, al igual que llovía ahora. Pero en aquella mañana de domingo, antes del equinoccio de primavera, las nubes se habían disipado como una flor que se abre.
  • Verocompartió una citahace 2 años
    Su corazón latía con la fuerza de las olas del mar; la estación de tren, como la cubierta de un gran barco atracado en el muelle, apuntaba con la proa hacia el bosque de Myojin, que parecía estar lo bastante cerca como para poder tocarlo con la mano.
  • Verocompartió una citahace 2 años
    Sokichi se sentía como si se hubiera tragado repentinamente la luna creciente y esta resplandeciera en su corazón con una luz plena de dicha.
  • Verocompartió una citahace 2 años
    Pero un plan solo es un plan.
  • Verocompartió una citahace 2 años
    los límites habituales del idioma para establecer un lenguaje de grafemas en un intento de expresar la verdad insondable del amor.
  • Verocompartió una citahace 2 años
    La serenidad era mayor incluso que en los campos y en las montañas; cada figura sobre la arena blanca poseía la calidez de la niebla. Una paloma danzaba en el cielo azul mientras su compañera se resistía a la tentación de las suaves olas espumosas y de la brisa marina, manteniéndose firme en su nido y arrullando a la otra. Si una escena tan plácida como esta no puede despejar las nubes del corazón humano, entonces vivir es como dormir en una cama que no da descanso.
  • Verocompartió una citahace 2 años
    El lugar estaba desierto, como una noche de luna al mediodía.
  • Verocompartió una citahace 2 años
    Las palabras brotaban del lápiz como el agua del arroyo ondula en primavera:

    ¡Ah, si un instante

    contemplarte pudiera,

    te buscaría

    de los cuatro océanos

    en su fondo insondable!
  • Verocompartió una citahace 2 años
    No hay manera de saberlo con seguridad. Pero es demasiado horrible pensar que todo termina cuando uno muere. Si eso es así, probablemente sea mejor continuar viviendo y sufriendo en una agonía amarga pero no olvidarlo nunca. No olvidarlo nunca…
  • Verocompartió una citahace 2 años
    Mire, allá en el valle, no hay ni una sombra. Las nubes no son más que jirones de niebla. Un paisaje sereno, un día de primavera. Aun siendo un día apacible, hay algo desagradable.
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