La felicidad empieza en tu mente

Estate satisfecho con lo que tienes; regocíjate en la manera como son las cosas. Cuando te das cuenta de que no te falta nada, el mundo entero te pertenece.
LAO- TSÉ

La felicidad en sí es beneficiosa por el hecho de que hace que nos hallemos más cerca de nuestra naturaleza interior, lo que tiene lugar cuando retiramos todas las capas de nuestras opiniones, orgullos, autocríticas, expectativas, esperanzas y temores que hemos ido acumulando con el tiempo.

Qué es la felicidad para ti? ¿Qué aspecto tiene? ¿Cómo la sientes? ¿Es quizá comer un helado en un día soleado o ir de la mano con la persona que amas? ¿O bien consiste en tener mucho éxito en el trabajo y ganarte la admiración de los demás, o en poder obtener cosas materiales? ¿Se trata de una experiencia –un instante efímero a partir de lo que ha experimentado alguno de tus cinco sentidos

La vida no consiste en esperar que pase la tormenta.Consiste en aprender a bailar bajo la lluvia.

VIVIAN GREENE

si cultivas y cuidas tu mente, ella cuidará de ti y velará por tu felicidad en esta vida.

bondad es una maravillosa calle de dos sentidos: como tantas cosas buenas, cuanto más la damos más crece en nuestro interior, nutriendo nuestra felicidad, como el agua que usamos para regar las flores.

Educa tu mente para que deje de aferrarse a las preocupaciones, a los miedos, a las presiones para tener éxito, a los resentimientos o a los remordimientos, y en vez de eso mira con amor y generosidad; abraza el potencial de la incertidumbre y deja que los demás sean ellos mismos, y encuentra tu inspiración. Suelta las condiciones que puedes haber estado poniendo a la felicidad hasta este momento. Porque depende de ti que te pongas o no condiciones a ti mismo y que se las pongas a tu felicidad, a tu amor, a tu generosidad y a tu bondad. No necesitas una razón para ser feliz. Tanto si afrontas un día desafiante como te sientes creativo, perezoso o triste, en esencia puede ser un día feliz.

cómo te está yendo el día, cómo te sientes en relación con la persona que eres y con el camino que estás transitando.

Si un hombre habla de actos con un buen pensamiento, la felicidad le sigue como una sombra que nunca lo abandona.

Al hombre solo le gusta contabilizar sus desgracias; no calcula su felicidad.
FIODOR DOSTOYEVSKI, Memorias del subsuelo