Un cuarto propio

Las mentiras fluirán de mis labios, pero quizá en ellas haya cierta verdad entremezclada; son ustedes quienes tendrán que buscar esa verdad y decidir si merece la pena conservar algo de ella.

«Podréis cerrar las bibliotecas, pero no hay puerta, candado ni barrera que pueda imponerse a la libertad de mi mente».

Así, hacia finales del siglo XVIII, se produjo un cambio que, si yo estuviese rescribiendo la historia, tendría que describir en más detalle y valorar de más importancia que las Cruzadas o las guerras de las Rosas. La mujer de clase media comenzó a escribir.

fulgor más profundo, sutil y subterráneo que es la rica llama anaranjada del intercambio racional

hermanas Brontë y un esbozo de Ha­worth Parsonage

las mujeres y la ficción que escriben

las mujeres y la ficción que se escribe sobre ellas

las mujeres y cómo son; o podría significar las mujeres y la ficción que escriben;

¿A qué se dedicaron nuestras madres que no tuvieron riqueza que dejarnos?

No se puede pensar bien, amar bien, dormir bien si no se ha cenado bien.