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Hernán Cortés,Ernesto de la Torre Villar

La gran Tenochtitlan

  • Mauricio Coronelcompartió su opiniónhace 3 años

    Tenochtitlan, la ciudad capital de los mexicas, orgullo del mundo antiguo y del cual 500 años después apenas quedan vestigios arquitectónicos. Los españoles destruyeron para edificar una nueva ciudad.

    Es difícil explorar documentos de la época, la destrucción fue más fácil que la comprensión. Por ello, esta carta de Hernán Cortés a Carlos III (o Carlos V para otros) es muy valiosa para acercarnos de primera mano a lo que fue la gran Tenochtitlan.

    Cortés miró con asombro lo que llamó "Temixtlán". Eran los primeros años de la Conquista y sus intérpretes no tenía las palabras exactas al castellano: "Hay en esta ciudad muchas mezquitas o casas de sus ídolos... a los que derroqué de sus sillas y los hice echar por las escaleras… y puse en ellas imágenes de Nuestra Señora y otros santos".

    En su idea de civilización, le cuenta al rey que "Yo les hice entender con las lenguas cuán engañados estaban en tener su esperanza en aquellos ídolos, que eran hechos por sus manos, de cosas no limpias, y que habían de saber que había un solo Dios, universal Señor de todos, el cual había criado el cielo y la tierra y todas las cosas, e hizo a ellos y a nosotros, y que éste era sin principio e inmortal, y que a él habían de adorar y creer…"

    Arduo el precio de la derrota, los apologistas actuales de la victoria son pavorreales que se vendan los ojos ante la barbarie que implicó la domesticación cristiana.

    De regreso a Hernán Cortés, quiere cierta abominación de la historia destacar la construcción de un nuevo mundo. Sin embargo poco se dice respecto a cómo los aztecas recibieron a Cortés y a sus soldados. Fueron huéspedes bien tratados y testigos de un orden único y de maravillas que describe al rey de España.

    El huésped caminó por las calles bien trazadas. Se asombró del plan que combinaba avenidas y canales. Recorrió a pie los mercados y fue testigo del orden administrativo de esa civilización a la que impusieron la identidad indiana que corresponde.

    Es un texto que se lee de un tirón y que de manera involuntaria da cuenta de una civilización a la que se condenó al oprobio. Eso que, es el precio que había que pagar para conocer al dios único, al decir de los españoles de antes y algunos de hoy.

  • gokaarcompartió su opiniónel año pasado
    👍Me gustó
    🔮Profundo
    💡He aprendido mucho
    🎯Justo en el blanco

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