La obra está conformada por siete partes, donde se analizan los cambios en la materia, entre otros el Código Nacional de Procedimientos Penales. Presenta la regulación del proceso penal mexicano a partir de marcos teóricos y conceptuales específicos, sin reducirse a una mera repetición de artículos de la ley.
Retoma la doctrina y compara los aspectos legislativos vigentes con las realidades sociales, precedentes judiciales, derecho comparado y enfoques epistemológicos. Dedica un amplio espacio al proceso civil resarcitorio del daño causado y expone una reformulación del derecho y lo explica e incluso lo critica.
Para reformular y dar a conocer el objeto de conocimiento sigue el marco legal y constitucional, introduciendo criterios judiciales, pautas nuevas, propias de los derechos humanos, y criterios argumentativos novedosos.
