Maleficio

Los sonidos se alzaron en su garganta, una risa que sonaba como gritos, o tal vez gritos que sonaban como risas…

Cómo nos vemos a nosotros mismos, depende muchísimo más de nuestra concepción de la masa física que de lo que usualmente creemos.

Todo el mundo paga, incluso por las cosas que no ha hecho. No hay aprieto.

para un hombre resulta difícil abandonar todos sus placeres, incluso cuando ya no le representan ningún placer...

Todas nuestras peores revelaciones tienen lugar en el cuarto de baño