Amos Oz

Queridos fanáticos

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«Tres ensayos que no han sido escritos por un investigador ni por un experto, sino por un hombre comprometido que, en ocasiones, también tiene sentimientos encontrados».

AMOS OZ ¿Qué es el fanatismo? ¿Está su germen en cada uno de nosotros? ¿Por qué intentan convencernos de que la situación es «irresoluble»? ¿Qué es tener «derecho a la tierra» y por qué hay que ejercerlo? ¿Cuál es el núcleo central del judaísmo desde su origen hasta nuestros días? ¿Y acaso resulta incompatible con la democracia y el humanismo? El elemento predominante en los textos recogidos en Queridos fanáticos (basados en una serie de conferencias pronunciadas por el autor a lo largo de su larga trayectoria) es el tono de urgencia, de consternación y, sobre todo, de pleno convencimiento en la posibilidad de un futuro mejor.

Con su habitual lucidez, este detractor declarado de la palabra «irreversible» arroja una esclarecedora mirada tanto sobre los más controvertidos hechos históricos como sobre los más candentes temas de actualidad, aventurando incluso, siempre desde la sensatez que incorpora a todas sus propuestas, una salida a un conflicto que lleva demasiado tiempo cuestionando a la humanidad entera.
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107 páginas impresas
Publicación original
2018
Año de publicación
2018
Editorial
Siruela
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Citas

  • Adal Cortezcompartió una citahace 4 años
    Derecho no es lo que deseo ardientemente ni lo que siento intensamente que merezco. Derecho es lo que los demás reconocen como mi derecho
  • Adal Cortezcompartió una citahace 4 años
    En una guerra vence quien logra sus objetivos, y pierde quien no logra sus objetivos.
  • Adal Cortezcompartió una citahace 4 años
    El patriarca Abraham regatea con Dios en el asunto de Sodoma casi como un vendedor de coches usados: ¿cincuenta justos? ¿Cuarenta justos? ¿Treinta? ¿Veinte? ¿Bastaría con diez? Y, cuando se pone de manifiesto que tampoco hay diez justos en Sodoma, Abraham no cae de rodillas y le implora a Dios que le perdone por su desfachatez. Al contrario. Dirige la vista al cielo y pronuncia las que tal vez son las palabras más osadas de toda la Biblia, si no las más osadas de todas las religiones que hayan existido: «¿El juez de toda la tierra no va a hacer justicia?»12. En otras palabras, tú eres el juez de toda la tierra, pero no estás por encima de la ley. Tú eres el legislador, pero no estás por encima de la ley. Tú eres el señor de todo el universo, pero no estás por encima de la ley. Tú eres el creador del cielo y de la tierra, pero no estás por encima de la ley. Unas palabras así no las hemos oído ni en el cristianismo, ni en el islam, ni en ninguna otra religión que yo conozca. Y eso nos enorgullece. Y no hemos oído que un rayo fulminase allí mismo a Abraham como castigo por su atrevimiento y por su ofensa al cielo.

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