No me despiertes si tiembla

Todos queremos mar.
Es nuestro único credo.
Real e inconfesado.

Sólo el peligro del temblor redime estas palabras.
Sólo porque una falla existe en nuestras vidas
se aguanta a quien escribe.

l verdadero infierno siempre queda arriba
y sólo alguien magnífico
puede subir de dos en dos
los escalones hacia él,

Todos lo estamos viendo
subir de dos en dos los escalones
a contracorriente de la vida,

Subía de dos en dos
los escalones sin equivocarse,

ue cada noche temblara
así de suave,
como oración en los huesos,

No me despiertes si tiembla.
¿Qué podemos despiertos
contra el temblor que despierta?
¿Qué podemos salidos de un sueño de horas
contra él que despierta de un sueño tan largo?
Puede ser que dormidos
nuestro sueño parezca más sueño que el suyo,
nuestras horas un siglo y que apenas nos cubra
y nos deje seguirnos de largo.

Falta de prosa, mi tormento.

ay un dicho:
la parvada que te lleva
no es la misma que te trae.

Mi altura es ésta,
a media altura,
donde se acaban las pirámides.