Paul Auster

El Libro De Las Ilusiones

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  • Rafael Ramoscompartió una citahace 15 días
    El siete de enero de 1986 me tragué otras cuantas pastillas mágicas del doctor Singh y cogí un avión de San Francisco a Londres en vuelo directo: nueve mil kilómetros sin escala en el Catatonia Express. Esta vez era necesario aumentar la dosis, pero temiendo que no fuese suficiente, justo antes de subir al avión me tomé otra pastilla más. Debería haberme guardado mucho de no seguir las instrucciones del médico, pero la idea de despertarme en pleno vuelo me aterrorizaba tanto que a punto estuve de caer en el sueño eterno.
    En mi pasaporte viejo hay un sello que prueba que entré en Gran Bretaña el ocho de enero, pero no recuerdo nada del aterrizaje, de pasar por aduana ni de cómo llegué al hotel. Me desperté en una cama extraña el nueve de enero por la mañana, y ahí fue cuando mi vida empezó de nuevo. Nunca había perdido tan completamente la noción de mí mismo.
  • Rafael Ramoscompartió una citahace 16 días
    Aquí tiene, me dijo, arrancando la hoja y tendiéndomela. Su billete para Air Xanax.
    Nunca he oído hablar de Xanax.
    Es una droga eficaz, pero muy peligrosa. Siga las instrucciones de uso, señor Zimmer, y se convertirá en un zombi, en un ser sin personalidad, en un pedazo de carne sin conciencia. Podrá volar a través de continentes y océanos enteros y le garantizo que ni siquiera se enterará de que ya no sigue en tierra
  • Rafael Ramoscompartió una citahace 16 días
    Pero ¿por qué en los aviones? ¿Por qué no tiene miedo de perder el dominio de sí mismo en tierra firme?
    Porque los aviones son seguros. Todo el mundo lo sabe. Los aviones son seguros, rápidos y eficaces, y una vez que estás en el aire, no puede pasarte nada. Por eso tengo miedo. No porque crea que me voy a matar..., sino porque tengo la seguridad de que no me voy a matar.
    ¿Ha intentado suicidarse alguna vez, señor Zimmer?
    No.
    ¿Lo ha pensado alguna vez?
    Claro que lo he pensado. Si no, no sería humano.
    ¿A eso es a lo que ha venido? ¿Para marcharse de aquí con la receta de una droga agradable y eficaz que le permita suicidarse después?
    Lo que busco es la inconsciencia, doctor, no la muerte. Las pastillas me harán dormir, y mientras esté inconsciente no tendré que pensar en lo que estoy haciendo. Estaré y al mismo tiempo no estaré allí, y en la medida en que no esté allí, estaré protegido.
    ¿Protegido de qué?
    De mí mismo. Del horror de saber que no va a pasarme nada.
    Espera usted un vuelo tranquilo, sin incidentes. Sigo sin ver por qué tiene miedo.
    Porque lo tengo todo a mi favor. Voy a despegar y aterrizar sano y salvo, y una vez que llegue a mi destino bajaré del avión vivito y coleando. Mejor para mí, dice usted, pero con eso no haría sino escupir en todas mis convicciones. Insulto a los muertos, doctor. Reduzco una tragedia a una simple cuestión de mala suerte. ¿Me entiende ahora? Le digo a los muertos que han muerto para nada.
    Lo comprendió. No lo dije con esas mismas palabras, pero aquel médico era de una inteligencia sutil y refinada, y pudo imaginarse lo demás sin que se lo explicara todo
  • Rafael Ramoscompartió una citahace 16 días
    ¿Qué le hace pensar que se va a morir en un avión? Si nos fiamos de lo que dicen las estadísticas, tiene usted más posibilidades de morirse sentadito en su casa.
    No he dicho que tuviese miedo a la muerte, puntualicé, sino que me daba miedo subirme a un avión. Que no es lo mismo.
    Pero si el avión no se va a estrellar, ¿por qué se preocupa usted?
    Porque ya no tengo confianza en mí mismo. Tengo miedo de perder los nervios, y no quiero dar un espectáculo.
    Me parece que no le entiendo.
    Me imagino que subo al avión y, antes de llegar siquiera a mi asiento, me vengo abajo.
    ¿Que se viene abajo? ¿En qué sentido? ¿Se refiere a venirse abajo mentalmente?
    Sí, me vengo abajo delante de cuatrocientos desconocidos y pierdo la cabeza. Me vuelvo loco.
    ¿Y qué se imagina que hace?
    Depende. Unas veces grito. Otras, me pongo a dar puñetazos a la gente en la cara. Otras, voy corriendo a la cabina de mando y trato de estrangular al piloto.
    ¿Y nadie se lo impide?
    Claro que sí. Se aglomeran a mi alrededor, forcejean conmigo y me tiran al suelo. Me dan una paliza de muerte.
    ¿Cuándo fue la última vez que se metió usted en una pelea, señor Zimmer?
    No me acuerdo. De niño
  • Jimy Huejecompartió una citahace 16 días
    El hombre no tiene una sola y única vida,

    sino muchas, enlazadas unas con otras,

    y ésa es la causa de su desgracia

    CHATEAUBRIAND
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