Irene Reyes-Noguerol

  • DIANA SARAHI RUIZ GIRONcompartió una citael año pasado
    Y ahora qué, cuando uno ha alcanzado la edad desde la que solo es posible mirar al pasado, pero no cambiarlo ni comenzar de nuevo
  • Naomi Sotelocompartió una citahace 2 años
    qué es la fama sino la vanidad devorándose a sí misma
  • Naomi Sotelocompartió una citahace 2 años
    Hecho de pasado y de deseo. Tú, que ya no estás y a quien llamo ahora sin gritos, sin lloros públicos, sin escenas, con este canto que se me escapa del pecho y me chorrea por los dedos.
  • Naomi Sotelocompartió una citahace 2 años
    Tú en las primeras veces más importantes de mi vida.
  • Naomi Sotelocompartió una citahace 2 años
    Sin saber que serías tú quien se quedaría encerrado en sus paredes de nácar curvo. Sin saber que sería tu voz el eco del rostro del mar. Sin saber que hoy vuelvo a acercarme a la caracola de aquellos días y la sostengo y la aprieto y me corto sin conseguir hacerla crujir y pienso y recuerdo. Escucha. Las olas. Tu murmullo inexperto y tímido. Mi sonrojo adolescente sin recursos. Las olas que nos mecen suaves sin llegar a romper nunca. Tu imagen nítida que también quiere despedirme esta noche.
  • Naomi Sotelocompartió una citahace 2 años
    entonces caerá la lluvia, de una vez por todas, como una despedida que no suena, un silencio que no se escucha, palabras de los que no se van, palabras que no se dicen por miedo, palabras, palabras, palabras. Y al final, miradas que ahora sí hablan, miradas con sentido, valientes, que se atreven a empaparse de tristeza, miradas que gritan, cantan, lloran cuídate. No me olvides. Te quiero. Adiós.
  • Gustavo Chavez Perezcompartió una citahace 2 años
    No quiero ánimos ni miradas de lástima, sino vivir, hay que vivir, hay que agarrarse con las uñas a las paredes para no caer, porque aún no es la hora. Hay que sujetarse de los vellos del tiempo hasta arrancárselos, apretar los dedos de los pies para no precipitarse al abismo, dejar sangrar las palmas de las manos aferradas a la espada de los días y vivir, vivir, vivir.
  • Gustavo Chavez Perezcompartió una citahace 2 años
    Porque, cuando todo está callado, vuelves a ser tú. Agudo. Monosílabo. Pronombre personal que no esconde ningún nombre de varón. Segundo del singular. El apelado siempre, el aludido siempre, el que conversa siempre frente a mí, único, insustituible. Tú. Siempre conjugado en pretérito o en subjuntivo. Tú. Hecho de pasado y de deseo. Tú, que ya no estás y a quien llamo ahora sin gritos, sin lloros públicos, sin escenas, con este canto que se me escapa del pecho y me chorrea por los dedos
  • Gustavo Chavez Perezcompartió una citahace 2 años
    Porque, cuando todo está callado, vuelves a ser tú. Agudo. Monosílabo. Pronombre personal que no esconde ningún nombre de varón. Segundo del singular. El apelado siempre, el aludido siempre, el que conversa siempre frente a mí, único, insustituible. Tú. Siempre conjugado en pretérito o en subjuntivo. Tú. Hecho de pasado y de deseo. Tú, que ya no estás y a quien llamo ahora sin gritos, sin lloros públicos, sin escenas, con este canto que se me escapa del pecho y me chorrea por los dedos.
  • Gustavo Chavez Perezcompartió una citahace 2 años
    la primera caracola marina que me acercaste al oído, aún tan niños, tan nerviosos, tan sin palabras, tan solo amigos, diciendo: «Escucha; las olas». Sin saber que serías tú quien se quedaría encerrado en sus paredes de nácar curvo. Sin saber que sería tu voz el eco del rostro del mar
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