entonces caerá la lluvia, de una vez por todas, como una despedida que no suena, un silencio que no se escucha, palabras de los que no se van, palabras que no se dicen por miedo, palabras, palabras, palabras. Y al final, miradas que ahora sí hablan, miradas con sentido, valientes, que se atreven a empaparse de tristeza, miradas que gritan, cantan, lloran cuídate. No me olvides. Te quiero. Adiós.