Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes, colombiano y mexicano— le dijeron al político más poderoso de los Estados Unidos que era vitalmente necesario combatir en serio el consumo de drogas en ese país, pues cada día eran más las muertes de latinoamericanos debidas al negocio inicuo que tiene su principal punto de origen al norte del río Bravo. Si no hubiera demanda en los Estados Unidos, la oferta necesariamente disminuiría. De entonces a esta parte, la situación sin duda ha empeorado.