Ediciones Encuentro

  • Azdra Lenicompartió una citael año pasado
    Una manera de abrir tus ojos a la belleza inapreciada es preguntarte a ti mismo: «¿Qué pasaría si nunca lo hubiera visto?» «¿Qué pasaría si supiera que no lo veré nunca otra vez?»
  • Cristina Morcompartió una citahace 2 años
    «Era un incurable romántico», escribió su hijo, «profundamente enamorado de la vida y los misterios del cosmos». Cuando se dio cuenta de que no le quedaba mucho para disfrutar del escenario terrenal, Otto Pettersson le dijo a su hijo: «lo que me sostendrá en mis últimos momentos es una infinita curiosidad por lo que sigue».
  • Alvaro E. Segovia Garcíacompartió una citahace 2 años
    solidaridad originaria que abraza entre sí a todos los hombres sólo será completamente reconocida cuando cada uno se reconozca el más culpable de todos, peor que todos los otros.
  • Alvaro E. Segovia Garcíacompartió una citahace 2 años
    sólo entonces se estará en condiciones de amar a los otros no solamente en el bien sino también en el mal: no solamente como personas, sino también como pecadores,
  • Alvaro E. Segovia Garcíacompartió una citahace 2 años
    «No hay más que un medio para salvarse: reconocerse responsable de todos los pecados humanos.
  • Alvaro E. Segovia Garcíacompartió una citahace 2 años
    Salvando a los otros te salvas a ti mismo».
  • Alvaro E. Segovia Garcíacompartió una citahace 2 años
    una felicidad tal como para llegar a exclamar: «Sí, por este momento se puede dar toda la vida»
  • Alvaro E. Segovia Garcíacompartió una citahace 2 años
    Ser un verdadero hombre es algo que no puede venir sino de Dios»
  • Alvaro E. Segovia Garcíacompartió una citahace 2 años
    «El hombre no nace para la felicidad. Debe ganarla y siempre con el sufrimiento. En esto no hay injusticia alguna, porque la vida y la conciencia se conquistan sólo por medio de una experiencia
  • Alvaro E. Segovia Garcíacompartió una citahace 2 años
    La verdad acogida por imposición o por tradición, sin la intervención personal de la libertad, no es verdad. La verdad de Dios es verdaderamente abrazable sólo cuando se ha superado la batalla contra la misma. No es posible ser «colocado» en la fe. La fe como «hábito» es imposible. La fe es una continua lucha «contra Dios» y una continua victoria sobre la duda. La fe no es tal si la profesión «yo creo» no está continuamente acompañada por la oración en la que se aquieta el desafío a Dios, que dice: «Señor, ayuda a mi incredulidad».
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