Maurene Goo

Te das cuenta de que eso es aún peor? De que estabas tan ocupada en tus mierdas que ni recuerdas que alguien intentó ser tu amigo. Es muy grosero. Pero ahora, uh, de repente, ¿te interesa el arte por un tipo? Es estúpido.

Okey dokey, entonces, ¿qué pachó aquí

Siendo firme. Siempre con la mirada sobre el premio. Y de esa manera, no hay nada que no puedas controlar en tu propia vida

“El tiempo cura las heridas”.
Y así fue que decidí acelerar el proceso.
Rompí el reloj despertador

Flirchazo. La ingeniosa palabra que se le había ocurrido a Wes cuando fracasaba en mis coqueteos. ¿Lo entienden? Flirteo + rechazo = flirchazo.

Puso pausa al programa en un momento típico de los dramas coreanos: el galán impetuoso llevaba a cuestas a una apocada chica ebria sobre su espalda, hacia su casa

Déjame adivinar. Esa chica ebria es una huérfana –dije mientras apuntaba a la pantalla.
Mi padre pausó la televisión otra vez.
–Huérfana no. Sí muy pobre –repuso con una expresión altiva.
–Y ese tipo es el hijo del CEO de algún gran mercado

Nunca antes había conocido a nadie con una autoestima baja tan selectiva. Es como, con el fútbol. Eres la mejor jugadora que jamás haya vivido hasta ahora y que nadie se atreva a meterse contigo. ¿Pero con los chicos? Tienes la visión distorsionada de ser la que lleva las de perder

Won Bin era el nombre en código para Luca. Que, además, era uno de los actores coreanos más sexis sobre la tierra.

Los padres siempre se preocupan sin importar qué. No podrás protegerlo siempre por más perfecta que intentes ser