Madres de Estados Unidos
déjenlos a sus hijos ir al cine
que salgan de la casa y no tengan idea de lo que hacen ustedes
es cierto el aire fresco es bueno para el cuerpo
¿y para el alma
que crece en la penumbra, estampada de imágenes de plata?
y cuando sean viejas como un día serán
ellos no van a odiarlas
no van a criticarlas no se van a dar cuenta
van a estar
en un país cubierto de glamour
que vieron una tarde de domingo o después de ratearse de la escuela
a lo mejor hasta les agradezcan
por su debut sexual
que sólo les costó algunos centavos
y no alteró la calma del hogar
sabrán de dónde vienen esos chocolatines
y todo ese pochoclo innecesario
igual de innecesario que irse de la película antes de que termine
con un desconocido muy simpático cuyo departamento está en el edificio Heaven on Earth
cerca del Puente de Williamsburg
ay madres van a hacer a esos pendejos
tan felices porque si no consiguen un levante en el cine
no les va a preocupar
y si aparece alguno va a ser todo re lindo
y van a divertirse de una manera u otra
en lugar de quedarse boludeando en el jardín
o en sus habitaciones
detestándolas
de forma prematura puesto que no habrán hecho todavía nada horrible
salvo tenerlos lejos del placer que se consuma a oscuras
esto último es imperdonable
así que no me culpen si desoyen mi consejo
y se separa la familia
y sus hijos se ponen viejos y ciegos frente al televisor
mirando
las películas que ustedes les prohibieron cuando eran chicos