Luis Chitarroni es narrador, editor, crítico y ensayista y es, por sobre todo, un modelo de lector para todos aquellos que conocen sus escritos y también sus clases de literatura. Enciclopedista y erudito sin alardes, Chitarroni puede enhebrar discursos que van de Stevenson al rock y al programa de TV del momento con absoluta naturalidad. Su saber nunca es arrogancia y siempre apunta a la generosidad del conocimiento compartido.
Chitarroni nació en Buenos Aires en 1958. Como editor (o asesor literario, prefiere él) trabajó muchos años en Sudamericana, adonde llegó de la mano del gran Enrique Pezzoni y desde 2008 su impronta se lee en el catálogo de la exquisita editorial La bestia equilátera.
Escribió las novelas El Carapálida y Peripecias del no. Diario de una novela inconclusa, el libro de cuentos La noche politeísta, el libro de ensayos Mil tazas de té y Siluetas, en el que reunió sus columnas de la revista Babel. El año pasado se publicó Breve historia argentina de la literatura latinoamericana (a partir de Borges), que reúne sus clases sobre el tema en un ciclo del MALBA y acaba de publicarse en Chile, en la colección Huellas de las Ediciones de la Universidad Diego Portales, el conjunto de ensayos Pasado mañana, que reúne textos dispersos, prólogos y ponencias sobre de los últimos años, una puerta de entrada al gusto y al talento de Chitarroni que no debería dejar pasar ningún lector ávido de miradas inteligentes sobre la literatura de todos los tiempos.
En la sección Libros que sí Hinde recomendó “A esta hora de la noche”, de Cecilia Fanti (Rosa Iceberg) y “El agua electrizada” (La parte maldita) y “Un poeta nacional” (Alto Pogo), de Charlie Feiling y en El Extranjero comentó “Hamnet”, de Maggie O'Farrell
En la sección Mesita de Luz, el escritor Juan Ignacio Pisano contó que esté leyendo “Chamamé” de Leo Oyola (Penguin) y “Las vueltas del odio. Gestos, escrituras, políticas” de Gabriel Giordi y Ana Kiffer (Eterna Cadencia) y En Voz alta, Graciela Borges leyó “Cosas perdidas”, texto que pertenece al libro “Ciento cincuenta cuentos cortos”, de Lydia Davis.