Introducción a la mentalidad del guerrero.
¿Alguna vez has sentido que la vida es dura? ¿Que a veces te cuesta levantarte por la mañana y hacer todas las cosas que tienes que hacer?
¿Alguna vez se despierta sintiéndose constantemente cansado y estresado? ¿Te parece que la vida es demasiado?
Claro, lo entiendo. Tienes mucho trabajo que hacer. Tal vez tengas deudas. Tal vez estás cansado de las compras y tal vez te duele el estómago.
Ahora piensa en un verdadero guerrero.
Piensa en alguien que duerme a la intemperie, sin saber si va a morir durante la noche. Luego se despierta, sin tiempo para una ducha o un buen desayuno, y salta directamente a la acción. Ignoran sus heridas, cobran vidas y ven cómo disparan y matan a sus amigos y hermanos de armas delante de ellos.
Pero hay gente ahí fuera con vidas mucho peores que la tuya. Hay gente ahí fuera que vive con una enfermedad paralizante y sin dos céntimos de euro. Y muchos de ellos lo hacen con una dignidad, una gracia y una valentía que avergüenza al resto de nosotros.
Verás, la mentalidad del guerrero no tiene nada que ver con el combate. De hecho, los gamberros que inician peleas en los bares y que se creen "duros" por iniciar peleas son lo más alejado de los verdaderos guerreros. Pregúntale a cualquiera que haya visto un combate real si querría arriesgar su salud y gastar su energía en buscar problemas.
La mentalidad del guerrero es diferente. Se trata de saber lo que quieres e ir a por ello. Se trata de ser duro y de no dejar que las pequeñas cosas te desanimen. Se trata de seguir adelante con lo que sabes que es correcto y de llevar la responsabilidad y las dificultades sobre los hombros con dignidad y orgullo. Se trata de no dejar que tus emociones te superen y de no tomar la respuesta fácil o el camino fácil para resolver tus problemas.