«Ocurrió en pleno conflicto bélico. La cabaña donde ahora vives estuvo habitada por una familia de pescadores. Vivía allí un hombre joven que acababa de enviudar con su hija pequeña y con su madre, también viuda. Un día, mientras faenaba junto a sus compañeros, observó que había varios maderos flotando alrededor de su embarcación, parecían restos de un naufragio. A lo lejos divisaron un trozo más grande y dirigieron hacia allí la barcaza. Al llegar a su altura descubrieron el cuerpo de una mujer flotando sobre tablas. Estaba inconsciente y se aferraba a una bolsa de cuero. Regresaron al puerto y durante varios días el pescador cuidó de ella en su hogar hasta que se restableció. Era una mujer joven, rubia, de piel blanca y ojos claros. Cuando recobró el conocimiento comenzó a hablar alemán…».
Un escritor en busca de inspiración conoce a una mujer que decide narrarle una historia que puede novelar: la vida de una joven que llegó del mar sin memoria tras un terrible naufragio en la costa irlandesa, tras huir de la Alemania nazi.
Mercedes Guerrero nos regala en esta historia una perfecta ambientación de la vida en una Irlanda que permaneció neutral durante la Segunda Guerra Mundial.