Ante todo, es un ensayo que busca poner en palabras una experiencia humana total de lo lícito y lo prohibido, una experiencia que atraviesa la vida de millones de mujeres y que está inscrita en sus cuerpos: la experiencia del dolor que puede producir vivir, amar y decidir. Había que decirlo le regala a la palabra "aborto" unas líneas con el fin de darle una realidad capaz de reflejar una experiencia límite. Y si bien ya existen diversos escritos sobre el tema, muchos trabajos académicos y científicos de expertos y expertas en la materia, y otros muchos, misóginos, aberrantes y odiosos –en general escritos por hombres–, no se ha dicho todo lo que se debe decir sobre este tema: decir lo indecible. Ese indecible que ningún hombre ha podido vivir ni experimentar.
No obstante, este ensayo vivencial no habla sólo de la experiencia de la autora; quiere plasmar otras.