1. Lee libros que Te levanten el ánimo. Dedica un tiempo cada día a leer un libro que te anime e inspire. Puede ser biográfico, de ficción o de no ficción. Consulta la biblioteca, a menudo tienen una sección de inspiración.
2. Medita Durante 15 minutos al día. Esto puede ser una oración, pero no tiene por qué serlo. Tómate un tiempo para centrarte y meditar sobre un pensamiento, una frase o una imagen. Esto te ayudará a conectar con tu yo más profundo.
3. Tranquiliza tu mente a través de la meditación. Deja que tus pensamientos fluyan libremente. Sin juzgarlos, sin aferrarte a ellos, sólo deja que fluyan.
4. Piensa en positivo. El pensamiento positivo eleva el espíritu y aligera el alma. Permite que tu persona interior respire sin el peso y el estrés del mundo.
5. Da las gracias. Dedica unos momentos al día a recitar lo que agradeces. Pueden ser cosas materiales o incluso personas. Si son personas, tómate un momento y escríbeles una nota haciéndoles saber por qué estás agradecido por ellas.
6. Desarrolla la tolerancia. No todo puede ser como a uno le gusta. Aprender a tolerar los momentos difíciles te permite disfrutar aún más de los buenos momentos.
7. Sé paciente. Tanto contigo mismo como con los demás. La espiritualidad es un viaje y llevará tiempo. Cada persona está en un camino diferente y va a una velocidad diferente. Deja que las cosas lleguen a ti.
8. Aprende tus puntos fuertes y amplifícalos. Descubre en qué eres realmente bueno y hazlo aún más. Cuanto más lo hagas, más fuerte serás. Acentúa tu mejor cualidad, no le restes importancia.
